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Persisten fallas en distribución y suministro de medicamentos para pacientes crónicos

Persisten fallas en distribución y suministro de medicamentos para pacientes crónicos
“Un país enfermo, sin las garantías de salud, sencillamente, no puede surgir”
Admitiendo que todas las obligaciones que custodia son importantes, quizás sea el derecho a la salud y a la vida la garantía más sagrada establecida en la Carta Magna. De allí, la relevante dimensión del problema que hoy reina entre 13 mil personas con enfermedades crónicas, cuyos tratamientos no ofrecen cabida a dilación alguna.

El Presidente de la Asociación Venezolana de Amigos con Linfoma (AVAL), Alexis Pérez Laya, ente adscrito a la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (CodeVida), subrayó, con motivo de haberse cumplido este 15 de septiembre el Día Mundial de tal patología, la grave realidad que atraviesa dicho sector.
“Hemos querido cumplir con nuestras actividades, básicamente, para dar a conocer siempre información sobre la enfermedad, los tratamientos posibles que puede tener un  paciente dependiendo de cada caso, las opciones que existen y, de alguna manera, alertar a la población y a los entes gubernamentales de la crisis que venimos enfrentando a consecuencia de la grave situación, en la que durante los últimos tres años ha caído ese tema de salud, por las fallas continuas en la distribución y suministro de medicamentos para los distintos protocolos de tratamiento”.
El directivo manifiesta que no solo se trata del linfoma, sino también de otros males crónicos como el cáncer de mama, la hemofilia, la leucemia, además de los pacientes trasplantados, entre otros, cuyos tratamientos son de alto costo y requieren de medicina neoplásica, para la cual, lamentablemente, no hay disponibilidad.
“Muchos han tenido que enfrentar esta situación suspendiendo sus tratamientos, muchos de los nuevos pacientes no han tenido acceso a poder iniciar sus terapias; se verifican anomalías para diagnosticar la falta de insumos en cuanto a los reactivos para las pruebas hematológicas, las pruebas químicas, los contrastes para las pruebas imagenológicas. Todo eso va a retrasar o bien el diagnóstico o los procesos de control que permiten evaluar la evolución que está teniendo el paciente”, dijo.
Un llamado de atención al Gobierno

Para que se le preste la atención debida a quienes hoy lo necesitan, iniciativas como la campaña “Salud en Rostro” han permitido difundir a nivel masivo el drama que atraviesan muchos ciudadanos.
“Fue una decisión que tomamos las organizaciones de pacientes, que somos miembros plenos de la coalición de quienes trabajamos por el derecho a la salud y a la vida, para que se muestre la cara de las personas que están sufriendo, porque no es una situación que se está viviendo solo en Caracas, sino a nivel nacional”.
Pérez Laya destaca el diálogo sostenido con las autoridades a las cuales compete el asunto.
“El presidente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, Carlos Rotondaro, hizo contacto con CodeVida y se celebró una reunión muy cordial, muy amena, donde él se comprometió. En principio, reconoció la falla que está presentándose sobre los medicamentos neoplásicos, y prometió, de alguna manera, atender la situación para que esto pueda ser solventado”.
“Ya tenemos respuesta de que muchos medicamentos que estaban faltando están siendo recibidos en el país, su distribución ha venido lográndose y eso es un avance porque es lo que queremos las organizaciones de pacientes: que se escuche verdaderamente el clamor de las personas que lo requieren”, completó.
Sin embargo, aunque el vocero mantiene expectativas asertivas, según la respuesta que ofreció el alto funcionario, para ver si, efectivamente, cada una de las regiones recibe la dotación necesaria de los medicamentos, admitió que tales trámites se han ralentizado.
“Estamos aguardando a que la Defensoría del Pueblo también nos llame; se celebraron ya mesas de trabajo con los hemofílicos, pero no hemos tenido una respuesta positiva; entendemos que se quiere hacer algo con los trasplantados renales, sin embargo, tampoco se ha concretado nada. Estamos aguardando, asimismo, a que la Defensoría del Pueblo nos llame. Pero, igual vamos a seguir insistiendo, pues todas nuestras actividades están enfocadas a que el Gobierno esté al tanto de que siempre vamos a formular las denuncias pertinentes, porque se trata del bienestar”.
No es suficiente con la intención

Pérez Laya informó, de igual forma, que fue recibido con entusiasmo el anuncio del viceministerio de Hospitales, del despacho de Salud, sobre el inicio de trabajos de recuperación en infraestructura y dotación de centros asistenciales.
“Por ejemplo, conocimos que en el JM de los Ríos ya la radioterapia infantil está funcionando. Además, se anunció el caso particular de la población que nos atañe, que es linfoma, que el Instituto de Hematología también va a ser objeto de remodelación. El Instituto de Hematología, referencia nacional y latinoamericana, es el que atiende la mayor cantidad de personas con linfoma, aunque recibe también casos de otras patologías oncológicas”, manifestó, observando que lo que les corresponde es verificar que se cumpla con exactitud lo ofrecido.
En torno a los medicamentos neoplásicos, el declarante expresó que la mayoría no se produce en el país.
“Son traídos y los distribuidores, los distintos laboratorios de la industria farmacéutica, presentaban sus cotizaciones, sus proformas al Seguro Social dependiendo de la población. Una vez aprobados los protocolos, a través del Instituto de Higiene, se obtenía el ingreso al Seguro Social de toda esta medicación”.
“Desde el año 2006 había un proyecto para desarrollar muchas de esas moléculas acá, pero entendemos que en lo relativo a esas plantas para el desarrollo de las medicinas neoplásicas, así como de insumos, eso está prácticamente parado, no tenemos información de que se esté avanzando en la materia y, por lo tanto, continuamos dependiendo de los proveedores del exterior”, afirmó, opinando que sería muy favorable, inclusive, como medida económica, no supeditarse al mercado foráneo sino a la producción nacional.
Opciones importadas
“En el caso de insumos importados podríamos estar hablando de un 80 %, en el material para los distintos procedimientos que tienen que ver no solo con el diagnóstico, sino con los procedimientos de control y con las rutinas de tratamiento. Y en el caso de la medicación, hay algunas variaciones porque, por ciertos convenios, muchas de la medicinas neoplásicas se traen de Cuba”, agregando que también provienen de naciones como Argentina y Uruguay.
“La duda de nosotros, nuestra preocupación, no es que esos medicamentos sean biosimilares o genéricos, sino que cumplan con los procedimientos regulatorios, de bioseguridad, de bioequivalencia, para que puedan ser aplicados de manera confiable en Venezuela. Nosotros no nos oponemos a que vengan copias de estos, siempre y cuando cumplan con los procedimientos regulatorios”, puntualizó, sin mencionar, empero, que haya trascendido algún evento adverso por tal motivo.
Mientras, la Asociación Venezolana de Amigos con Linfoma y CodeVida no cesan en sus agendas para enterarse de lo que sucede en su campo de acción, de manera actualizada y oportuna, estableciendo permanentemente relación directa con personal de salud – médicos, enfermeras, bioanalistas, psicólogos, psico-encólogos, trabajadores de las distintas regiones – a fin de precisar cómo evoluciona la realidad de quienes sufren  enfermedades crónicas.
“Un país enfermo, sin las garantías de salud, sencillamente, no puede surgir”,concluyó el presidente de AVAL, Alexis Pérez Laya.

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